Yazmín Maldonado

Dentro de nuestra formación académica llegar a la etapa del bachillerato se vuelve fundamental y memorable para todo estudiante sin importar la edad que se tenga.
 
Si lo visualizamos a corto plazo, nos damos cuenta que se nos prepara para desarrollar nuevas capacidades e incluso  fortalecer aquellas que ya hemos adquirido, desde luego también es aquí donde tomamos la gran decisión para seleccionar la profesión que brinde herramientas indispensables y mas adecuadas en una universidad.
 
Sin embargo en la actualidad hay que enfatizar que el bachillerato, se ha convertido en un requisito sumamente importante a la hora de incursionarse en el mercado laboral. Pues en las entrevistas es lo primero que cuestionan los reclutadores para saber si uno cumple con el perfil.
 
Seguramente ya te has percatado que existen vacantes en distintas áreas como cajero, atención al cliente, ventas, oficios, seguridad entre otros solicitándolo obligadamente.
 
Tristemente se debe señalar que en México uno de los problemas sociales que a mucha gente le ha ocasionado obstáculos por no concluir su bachillerato, es el desempleo.
 
Según un estudio por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cifras impactantes donde un 52% de los individuos entre 25-34 años de edad no han podido concluir su formación.
 
Asimismo, se debe destacar que hay distintas razones por las cuales las personas cuando son jóvenes se desentienden de este nivel; por ejemplo: la falta de recursos económicos, embarazos no deseados, problemas familiares, vicios o simplemente por no ver tan necesario continuar estudiando.
 
Por ello es recomendable que así tengas la edad que sea, retomar o bien concluir con éxito el bachillerato no solamente encontraras mejores vacantes donde ganes un salario estable, sino te permitirá contar con seguro médico para ti y tù familia, aguinaldo, bonos, vacaciones, etc sino lo mas importante será tener en tus manos el certificado que garantice tus conocimientos y habilidades aprendidas, sintiéndote orgulloso (a) de tus metas para salir adelante.